"Todo me decía que apenas recobrara la independencia dejaría de ser libre... lo que verdaderamente me exasperaba era saber que nunca volvería a estar tan cerca de mi libertad como en esos días en que me sentía acorralado por el mundo Maga, y que la ansiedad por liberarme era una admisión de derrota." C
Se fue, y la culpa la tiene una vieja estúpida que no responde a su trabajo sino bajo presión. Si mi novio me la hubiera regalado hoy la rechazaría, la prefiero libre, en el aire, en los árboles con sus congéneres; una vez más la vida demuestra su imperioso carácter, aquí la tuve por seis años, linda, encantadora, bulliciosa y verde. Se fue. Ahora el dolor de su ausencia me muerde la conciencia, pienso que encontrará depredadores, que morirá de hambre, que no será aceptada en otra familia, que Dios quitará de ella su soplo.
Ella no sabe buscar alimento, no sabe construir un nido, no sabe defenderse de los sigilosos... Aquí no lo tenia todo, pero gozaba de todo, y la muerte llegaría a ella sin sobresaltos.
Hoy soy un ave en cautiverio, me levanto sin el afán de ir a buscar alimento, tengo a mi lado la compañía deliciosa, a quien sobarle el buche y limpiarle las alas, tomo agua cuando quiera y el clima no es para mi un problema; vivo feliz en esta jaula que me permite ver la vida entre un alambre y otro, sé que vivir esta más allá de la puerta deslizable... vivir aquí, ha significado volver a sentir, volver a amar, volver a soñar...
Hoy no sé si quiera seguirla y volar, me da miedo conocer que la libertad es justo esto que vivo y no aquello que veo entre los alambres de mi jaula... hoy me toca admitir que deseo la libertad, aun cuando la muerte venga con ella, aun cuando eso suponga reconocer que una vez más he caído, que una vez toque las puertas, abrí, entré y que como no gané, me toca salir.
Naranja Roja.