HAZME, AMOR I


"Quiero hacerte el amor y tú te alejas,
quiero besar tus labios y me equivas,si te acaricio
el cuerpo estás muy tensa,
y cuando llego al cuello
no me dejas."

Frankie Ruiz


Conversar contigo es uno de los ítems de mi lista de cosas que tengo que hacer antes de morirme. Decirte tus verdades es un paso más a mi libertad. Abrazarte con fuerza, es de mis grandes deseos reprimidos guardados a la posteridad. Amarte es una condición genética con la cual no puedo luchar. Pero odiarte, odiarte hasta decir: ¡no más!, es algo a lo que no puedo renunciar.

Te odio por ser imprescindible, y por arrancar de tu libro de vida la palabra austeridad, te odio por que fuera de ti no existe la felicidad; pero sin lugar a dudas, lo que más odio de ti, es la dualidad. Causante de mis ocasionales felicidades y de mis recurrentes tristezas, no hay otro sentimiento que puedas suscitar dentro de mí, del caos.

La estupidez humana es abrumadora, es ocasiones me trae de los pelos, en otras me rinde homenaje.

Por estos lados la cosa es realmente macondiana, en el mal sentido de la palabra, la gente cree hacerte en sus camas, en los coches, en los ascensores, en la cocina, en cualquier lado donde un deseo repulsivo de ti les llegue a dominar. No creas que me tapo los ojos ante semejante espectáculo, no señor, acá es casi imposible, o miras o te estrellas con un agente de transito… o miras y reproduces o la platica de familias en acción no llega, es decir o miras y haces o mueres. Por eso ando moribunda, claro mas mori que bunda, pero eso no le resta gravedad a la situación.

Eso de hacerte es un tanto interesante, los tipos y clases son de lo mejor, es que tienes que venir a verlo. Cuando la gente cree hacerte adopta posiciones increíbles, algunas son inauditas, otras que son mis favoritas, no te restarían la indignación, pero por lo menos te agradarían, pues siendo tu quien eres entenderías que la posición no es para hacerte, solo que vivimos en Babilonia.

Hay formas virtuales de hacerte, la gente cree encontrarte por chat y la cámara resulta siendo Cupido, nada que hacer en este caso.

Lo hombres en su mayoría, creen que el buen uso de lengua, manos y caderas les garantiza que el producto final, es decir tú, serás algo casi de la otra dispensación y por supuesto, les da la seguridad de tener palomas, digo mujeres, comiendo en su mano, todo menos alpiste. Las canciones que te rinden homenaje son divinas, hay escritores que amarás por siempre y películas que verás más de una vez, pero lo que abunda es la descontextualización.

Debo pedirte perdón por que más de una vez te he confundido con otro, fíjate, la primera vez que te creí conmigo me fue fatal, el tipo con identidad fluctuante me arribó de una manera descomunal, yo convencida de tu presencia desde el inicio de los tiempos, me sentí tan confundida, que salí corriendo ante su primer intento de jugar a crearte. La segunda vez fue innominable (no existe el término para definir como me fue), me tocó un esquizoide de lo peor, algo de culpa, agresión, apego, indiferencia, celos enfermizos y seudoamor vuelven loca a cualquiera o por lo menos agravan la situación; duré engañada por años y en mis intentos de hacerte, la gloria de supuestamente tenerte era pasajera.

No sabes cuanto te extraño, deberías venir por acá más a menudo, me consolaba verte con otros, pero ya ni eso es posible. Si consideras que traer contigo valeriana aliviará la impresión, tráela, pero te funcionará igual que la seguridad democrática de este país.

Se qué tardarás un poco, pero aquí va la primera de dos o tres carticas que te conmoverán lo suficiente que no tendrás mayores motivos que ellas para visitarme y ¡quedarte!.

El amor o el odio que te tengo es lo de menos, en serio, como ya te habrás dado cuenta estos sentimientos no los causaste tu, acá la vida es diferente, la ignorancia y la estupidez nunca llegan, siempre estuvieron, el descaro y el cinismo son tan amigos que ya me empalagan y el deseo incontrolable de experimentar orgasmos múltiples, lo venden hasta con la sopa, por eso y muchas cosas más que te contaré la próxima vez, no fue difícil confundirte.

Vente pues rápido, antes que por acá anochezca, que se me vuelvan todos los días abrumadores y los homenajes me saturen la agenda.

PD: El epígrafe te dará luces, pequeñas pero al fin luces, de tus canciones.

Besos.

DE LA MUERTE POR EXTRAÑAR

“No hay un lugar que me haga olvidar,
el tiempo que pasé andando por tus calles junto a ti.
Ven, quiero saber por qué te fuiste sin mí
siempre tuve algo que contarte”

Te extraño, tan simple y tan complejo a la vez. Extraño las caminatas en la madrugada, las fiestas, las rumbas, los amores frustrados que lloramos juntos, las palabras soeces que alcanzaban otra denotación entre nosotros, las bromas pesadas, las llamadas telefónicas sin sentido y las mentiras planeadas. Te extraño a ti.
Creo en el amor eterno, por eso creo en tu regreso, tal vez no pronto, pero al fin regreso. Suelo imaginarte con Vida, con mis amigos que también serian los tuyos, en largas e interminables conversaciones, en amores y olvidos compartidos.
Si el amor no deja ser, tu tampoco has dejado de ser, aquí esta tu espacio, tu hueco, la cueva... aquí están las canciones de tardes y mediodía. No se han ido contigo, han decidido esperarte, como yo que he decidido extrañarte.
En momentos me resigno a tu definitiva ausencia pero me embarga la desesperación cuando recuerdo que no estás bien, quiero verte bien así sea en la ausencia.
El creer en el amor eterno y en la amistad y lo que connota sirven como sostén al sentimiento de extrañeza que llega a mi días como hoy, días en los que pienso y te recuerdo elevándote siempre a la máxima potencia del cariño y de la nostalgia de lo que fue y ya no es, pero también de lo que podrá ser.
El verte pasar por mi frente producen sentimientos encontrados, alegría, tristeza, melancolía de impotencia por verme estúpida y no ser capaz de llamarte.
Las tardes lluviosas atraen los recuerdos, de playas, de brisas de agua caída y por caer; de maldades, de secretos, de intimidades, de salidas, del cine, de los ratos de estupidez y de lucidez.
Te extraño, pero sobretodo te espero, aquí estoy dispuesta como siempre, añorando tu regreso con la esperanza que la muerte desvié su paso y sea el encuentro quien los acelere.
Siento dentro de mí, que tal vez estos sentimientos no son correspondidos y que una vez más soy víctima de mi mala costumbre de sobrestimar, pero dadas las circunstancias, las asumo.
Como siempre, tendría más cosas que escribir, pero las reservaré para nuestra próxima conversación.
No tardes, ten en cuenta que la gente no se muere de extrañeza, pero si de extrañar.

DE LA PÉRDIDA DE TIEMPO Y OTROS DEMONIOS

Decido escribirte unas cortas (eso espero) y sustanciales líneas con la tristeza a flor de piel que me produce la certeza que nunca las entenderás.

En mi vida he perdido mucho el tiempo, este es el consuelo y la motivación de estas palabras que hoy escribo.

Pensar en ti me hace cuestionar la naturaleza del amor, de las condiciones y de los límites, si los hay; pensar en ti supone un cierto sinsabor propio de un pasado al cual decidí morir. Te amé y te lo dije, te lo repetí y te lo demostré, creo que nadie lo hará como yo, parafraseando a una amiga, tal vez te querrán menos o más, pero nunca como yo, quien entregó lo inentregable, pero quien ha recuperado lo que creía irrecuperable; ¿por qué me enamoré de ti? Por mucho tiempo no tuve respuesta a esta pregunta, pero hoy puedo decir que algo en ti cautivo mi estructura emocional y sentimental pero sobre todo mi estructura mental y cognitiva que aún no terminaba de desarrollar su etapa de operaciones formales, tal vez allí estuvo el gran problema. No todo fue malo, contigo pude aprender cosas más trascendentales que inyectar, pero también desaprendí muchas cosas de mi que día a día la vida se ha encargado de volvérmelas a enseñar.

Reconozco y admiro tus virtudes, pero definitivamente no tolero tus defectos, siendo la poca hombría, el mayor de ellos en mi concepto.

Creo que aún no concibo totalmente todo lo que pasó en el año inmediatamente anterior, no tanto por mí, sino por ti. Se me hace increíble ciertos actos y proferencias hechas por ti, inaudito puede ser el término, despreciable lo puede reemplazar.

La vida se ha encargado de darte tu parte y Dios de hacer justicia, definitivamente es lamentable tu estado actual. Y es por eso, que decido terminar aquí, no por que no tenga más cosas que decir, sino porque en esta situación quedarían de más, además por que existe en mí la certeza y la convicción que la decisión que tome al dejarte, después de decidir por Cristo, ha sido de las mejores que he tomado en mi vida.

Creo que la vida ni la Vida, nos volverá a juntar en ningún tipo de situación, pero dado el caso, la persona seria otra, por que otra nació ya, otra es, otra soy.

CARTA A MI BLOG




"La escritura emerge como una sala funeraria donde los cadáveres respiran" Henry Duque.




No he podido disfrutar de la lluvia como he querido, pero "cosas" si han caido junto con ella. Te llamé Club de la Serpiente por que quiero que seas un club, en serio. Prometí no hacer de tí un diario pero creo que la necesidad que emerge en mi vida días como hoy lo amerita. A cambio de esto te daré más responsabilidades y un cargo mayor en mí, serás un testigo. Testigo de lo que escribo y sueño hoy, pero también de lo que suceda y esciba mañana. Tal vez esto no compense mi abuso, pero creo que el hecho de ser tu dueña y creadora me da un cierto grado, no mínimo, de soberania sobre tí.

Seguirás siendo el Club soñado, el Club de la Serpiente, sólo que ahora publicaré cuatro o cinco cartas para gente que estuvo, que está y estará; para que gente que viene en camino, que han decidido regresar, como también para gente que ahora está pero que decidirá un dia de estos faltar.

Fíjate que no es nada insifnificante lo que publicarás, no te puedes quejar. Eres un blog, y debido a mi rabia, amor y frustración producidas por la carencia de funcionalidad de las personas y cosas, decido que tú, que eres mío seas algo funcional entonces, así sabras lo que hay en mí para ti.
Sin más, Jubeis.