"Con su mano libre se abofetea la cara la mayor parte del día, y en momentos libres abofetea la de los demás que se lo retribuyen triplicado. Ocupa así su tiempo con líos monstruosos que abarcan amantes, amigos, acreedores y funcionarios, y en los pocos ratos que le quedan libres hace de su libertad un uso que asombra a los demás y que acaba siempre en pequeñas catástrofes irrisorias, a la medida de él, y de sus ambiciones realizables; otra libertad más secreta y evasiva lo trabaja, pero solamente él podría dar cuenta de sus juegos."
Termino los días pensando el en tiempo, ahora sí hay tiempo, demasiado tiempo, demasiados insomnios, demasiadas noches con las mismas pesadillas y las mismas sombras. Mantengo aún la tendencia fácil y natural, de preguntarme para qué me sirve el tiempo ahora, para que esta meditación tardía, atrasada, anacrónica, inútil. Concluyo entonces, que sin embargo sirve. Pienso que la única ventaja de este tiempo baldío es la posibilidad de madurar, de ir conociendo los propios límites, las propias debilidades y fortalezas, de ir acercándose a la verdad sobre sí mismo, y no hacerse ilusiones acerca de objetivos que uno nunca podría lograr, y en cambio aprontar el ánimo, preparar la actitud, entrenar la paciencia para conseguir lo que algún día si puede estar al alcance. Todo está a mi alcance. A tal punto se atina, en estas peculiarísimas condiciones, a ahondar en el análisis, que me atrevo a confesar algo: si bien no puedo hacer un plan quincenal de mis pesadillas, sí puedo soñar despierto y por capítulos. Y así voy desgranando, desmenuzando, lo que quise y lo que quiero, lo que hice y lo que haré. Porque algún día podré volver a hacer cosas. Algún día abandonaré este raro exilio y me reintegraré al mundo, ¿no? Y seré alguien distinto, creo incluso que alguien mejor, pero nunca el enemigo del que fui o el que soy, sino más bien el complementario. No me he dejado vencer así no más, solo o acompañado organizo mi campaña anticlausura, escribo cartas, considerando simultáneamente al destinatario y al censor. Pero uno de los matices mas destacables y positivos de esa campaña es justamente el hacerme promesas, el darme esperanzas (no las increíbles y triunfalistas, sino las austeras y verosímiles), el imaginar que abro la puerta en mis narices. Tengo siempre a mi mano naipes o ajedrez, pero no siempre... A solas o con alguien, puedo recordar por ejemplo varias de mis cumbres como espectador. Recuerdos de niño, de adolescente, de hombre, pero recuerdos indiscutiblemente míos.
O sea que cuando levanto el telón soy, como habrás podido apreciar, interesantísimo, y yo mismo me aplaudo y me exijo otra, otra, otra, otra...
3 comentarios:
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esto texto es del libro de Benedetti!
al transcribir una cita, se debe poner la fuente de donde la has sacado...pienso...no apropiarse la cita sin más...
Querido anónimo, el titulo del escrito indica en forma explicita que no es de mi autoría... entre otras cosas, este blog, y sobre todo, esta entrada, es para entendidos, y con esto me refiero a gente que además de conocer la obra de Benedetti , tiene claro otras cosas, por ejemplo el "plagio"
Sin embargo, gracias por visitarme.
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