A propósito de septiembre, una vez más dedico una entrada a la amistad, esa
cuestión extraña que me ha permitido navegar en el barco de las víctimas y de
los victimarios en espacios diferentes y también, al mismo tiempo. Hoy a mis
amigos del presente, del pasado y del futuro les dedico estas cortas, muy
inspiradas y poco académicas letras.
A los del pasado, que hoy no se encuentran, pero que aún Broca y
Wernicke conservan intacto ese código que construimos, y que viene a ser ahora
como los tomates o los champiñones secos que requieren de previa hidratación
para su consumo....
A los del presente, que en medio de Broca y Wernicke, con auspicio de la
neocorteza y cargados por la presión del sistema límbico, hemos logrado labrar
un camino juntos...
A los del futuro, quienes considero que debe haber una cuestión metagenética
que nos predispone a la amistad...
A aquellos quienes les fallé, a los que me fallaron, a quienes su inconsciente,
consciente, lengua o corazón les impulsa a la lejanía, a los que poco toleran
la diferencia, a los que no me dejaron ser su neocorteza, a quienes no permití
que me enseñaran, aquellos que no soportaron verme envuelta con alguien más...
a todos ellos les hago un llamado, a todos ellos, les dedico hoy estas letras a
propósito de septiembre.