Enumeraré mis siete (sólo debe escoger cinco, únicamente cinco) más grandes e importantes frustraciones de mi adolescencia, lo haré como parte de una terapia de catarsis que de alguna o nula forma me hará vivir más tranquila. El orden en el que están escritos no tiene ninguna relación con la jerarquía o cuestiones por el estilo:
1. Me frustra el hecho de no haber concluido mi vida artística de una manera más satisfactoria. El novio llegó y el ballet se acabó. Me imagino que en el momento de su llegada, a unos dieciséis años, yo apenas estaba en la etapa del pleno desarrollo de la personalidad. No estaba en mí la mujer crística, pero si la mujer idiota.
2. Aún no entiendo por que mi mamá no me dejaba amanecer con mis amigos de siete a ocho de diciembre. En las madrugadas pasaba lo mejor. Pero no, mi mamá me obligaba a dormir y me despertaba a las 4:30 am del día siguiente a poner las velitas. ¡Qué rabia!
3. Me pregunto por que mi primer amor no fue un chico flaco, lampiño, mechudo, cantante y guitarrista ¡¿Por qué?! Yo me lo merecía y lo soñaba también. Si mis primeras lágrimas de amor se las debiera un hombre así, de seguro me saldrían dulces.
4. No entiendo por qué nunca fuí a un Festival de Orquestas en Carnavales. Son cosas de las cuales no hallo explicación.
5. No fui al concierto de Richard Clayderman. Nadie imagina lo que esto significó para mí. En otra ocasión relataré en orden los acontecimientos ceñidos a tal desgracia.
6. Tampoco logro entender porque mi mamá no me dejaba viajar fuera del país cuando de presentaciones se danza se trataba. Nunca fuí a Argentina, ni a Chile ni a México, ni siquiera a Venezuela. Me tuve que conformar con los repertorios nacionales.
7. Me frustra recordar a la gente a las cuales les debo una cachetada. Estoy endeudada con algunos cuantos pero esas deudas las voy a cancelar antes que se me acabe la vida terrenal.
Me parece muy mal, que ya tenga 21 años y aún me dé rabia estás cuestiones no resueltas en mi vida. Pero me juro a mí misma, que lo haré. Algún día lo haré.
EL TIEMPO SIN DARME LA RAZÓN
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Cada tanto me preguntó qué tan buena persona soy. Por años, detrás de una
estructura, me veían con reservas porque cualquier anomalía les parecía una
co...
3 comentarios:
Amo a Jube... si pudiera agarrarle a picos ese cerebro, en serio que lo haría y sin ascos así se me llene la jeta de sangre... (repito... no soy lesbiana, pero te admiro)
Elizabeth lo ha dicho todo. Espero que pongas más estupideces de este estilo. Besos.
me siento identificada contigo en el 4,5 y 7 punto.. ya supere lo del festival de orquestas fui el año pasado, fui feliz!! jaja I like it
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