CONQUISTA, CONQUISTADORES Y CONQUISTADOS










"Un hombre que no conoce su historia está condenado a repetirla. Yo que he aprendido de la mía me hallo libre de toda condenación"




Hoy 12 de Octubre se "celebra" (y se lamenta a la vez) la llegada de Cristóbal Colón a la isla Guanahani, en América. Para algunos este hombres es un héroe, para otros un farsante.
Más de uno me ha dicho que ando prevenida con los hombres, tal vez tengan razón; prevenida si ando, pero con los conquistadores.
Cuando me encuentro delante de un hombre que se ha propuesto "conquistarme" mi mente se traslada a 1492 y los años siguientes, donde europeos pisaron nuestra tierra y la "conquistaron"; llegaron mostrando espejos y ante el asombro los nativos entregaban grandes piezas de oro y demás minerales a cambió de un espejo sin valor.

Aquellos quienes se consideran, o lo son sin considerarlo "conquistadores" son unos farsantes, se proponen por un determinado tiempo mostrar sólo las virtudes de sí mismos, para alcanzar lo que desde un principio se trazaron como meta. Cuando ya el objetivo es alcanzado y la mentira se cansa, toda su persona es puesta a manifiesto, la falsedad sale a relucir y el conquistado se siente estafado.


Por tal razón, prefiero ser enamorada que conquistada. La conquista suele ser parte de una mentira, que al igual que la historia de nuestro contienente, termina en esclavitud y otras masacres físicas, sicológicas, emocionales y sentimentales.

El enamoramiento a diferencia de la conquista, es un proceso de dos. Enamorse es mucho más que encantarse, es amar al otro aún con sus defectos, siendo la ayuda idónea y a la vez la tolerancia en su máxima expresión.
El Descubrimiento, conquista y colonización de América, sin lugar a dudas, tiene sus ventajas, pero no son tantas como para celebrar uno de los más grandes genocidios en la historia de la humanidad.
Les regalo y les ilustro una porcion de "Las venas abiertas de América Latina" un maravilloso libro de Eduardo Galeano, y una canción que con su letra es capaz de tocar las fibras de un corazón sensible a la historia y al origen de lo que se es.




"Los dioses vengativos (españoles) que ahora regresaban para saldar cuentas con sus pueblos traían armaduras y cotas de malla, lustrosos caparazones que devolvían los dardos y las piedras; sus armas despedían rayos mortíferos y oscurecían la atmósfera con humos irrespirables. Los conquistadores practicaban también, con habilidad política, la técnica de la traición y la intriga.

Los conquistadores ganaron cómplices entre las castas dominantes intermedias, sacerdotes, funcionarios, militares, una vez abatidas, por el crimen, las jefaturas indígenas más altas. Pero además usaron otras armas o, si se prefiere, otros factores trabajaron objetivamente por la victoria de los invasores. Los caballos y las bacterias, por ejemplo.
Las bacterias y los virus fueron los aliados más eficaces. Los europeos traían consigo, como plagas bíblicas, la viruela y el tétanos, varias enfermedades pulmonares, intestinales y venéreas, el tracoma, el tifus, la lepra, la fiebre amarilla, las caries que pudrían las bocas.
Los indios morían como moscas; sus organismos no oponían defensas ante las enfermedades nuevas. Y los que sobrevivían quedaban debilitados e inútiles.

Pedro de Alvarado y sus hombres se abatieron sobre Guatemala y «eran tantos los indios quemataron, que se hizo un río de sangre, que viene a ser el Olimtepeque», y también «el día se volvió colorado por la mucha sangre que hubo aquel día»" Las venas abiertas de América Latina. Eduardo Galeano.




Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados
eran los hombres barbados
de la profecia esperada
Se oyó la voz del monarca
de que el dios habia llegado
y les abrimos las puertas
por temor a lo ignorado
Iban montados en bestias
como demonios del mal
iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal
Sólo el valor de unos cuantos
les opuso resistencia
y al mirar correr la sangre
se llenaron de vergüenza
Porque los dioses ni comen
ni gozan con lo robado
y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba acabado
En ese error entregamos
la grandeza del pasado
y
en ese error nos quedamos
300 años esclavos

Se nos quedo el maleficio
de brindar al extrajero
nuestra fe nuestra cultura
nuestro pan nuestro dinero
hoy les seguimos cambiando
oro por cuentas de vidrios
y damos nuestra riquezas
por sus espejos con brillos

Hoy en pleno siglo 21
nos siguen llegando rubios
y les abrimos la casa
y los llamamos amigos

pero si llega cansado
un indio de andar la sierra
lo humillamos y lo vemos
como extraño por su tierra




Tú hipocrita que te muestras
humilde ante el extranjero
pero te vuelves soberbio
con tus hermanos del pueblo

ooooooooooh
maldicion de malinche
enfermedad del presente
cuando dejaras mi tierra
cuando harás libre a mi gente.

1 comentario:

Yo soy Escribidor dijo...

Al parecer es mejor no ser un conquistador porque se termina derramando más sangre de la presupuestada.
Como siempre es un gusto leerte.

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